lunes, 27 de febrero de 2012

En la cama...

Cuando el silencio deje, de perturbar tus sueños
y tu postura entonces deje escuchar mi risa
de la alegría de amarnos nos hará ser los dueños
y cesarán las pausas y cesará la prisa.

Seducirán mis dedos con sus caricias leves
sobre tu pecho ardiente, despertando el deseo;
en medio de la noche esto hará que te eleves
y te olvides del sueño en brazos de Morfeo.

Y me ciñas callada con tu boca en la mía
y me abraces ansiosa esperando el momento...
nuestros cuerpos vehementes toquen la melodía
y que en tu pentagrama se entienda lo que siento.

Y al calor de las cuerdas, de finos instrumentos,
al compás de las notas de una flauta hechicera,
nuestros cuerpos unidos sigan los movimientos
del amor que provoca la ardiente primavera.

Cuando el silencio entonces dé salida al deseo
mirándome en tus ojos de niña enamorada
y me griten ansiosos que es verdad lo que veo
te ofreceré mi brazo y éste será tu almohada.

Soñaras con mis besos, soñarás con mis manos
soñarás con la vida que sonríe a nuestro paso
y seguiremos juntos, hasta hacernos ancianos
posando cada noche tu cabeza en mi brazo.

© Salvatore

1 comentario:

Imma Cauhé dijo...

Es hermoso el poema y hermosa la estampa que describes.