La vida me ha enseñado a estar alerta
a mirar y aprender de lo mirado
de par en par, así, dejar mi puerta
y un perro amigo siempre, aquí, a mi lado
Aprendí de las pautas de la vida
la tristeza y el ocio compañeros
el odio que en el alma, veo se anida
entre las damas y los caballeros
Más he aprendido amar como ninguno
dar sonrisas y repartir abrazos
y del amor, yo como y desayuno
(del afecto, aprendí todos sus trazos)
Y me siento feliz viendo a la gente
participar del día y sus negruras
tratar de descifrar que es lo que siente
entre sus dudas y sus amarguras
Y tratar de observar desde su prisma
porqué no pueden ver todo lo bello
que tiene en su interior la vida misma
y por cada rincón, de Dios su sello.
Si pudieran amar, como es mi sino
si tuvieran piedad por los que lloran
cambiaría su sentir y su destino
y tendrían ese amor, que tanto añoran.
Salvatore*
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