Se bien que su aroma me sabe a recuerdo
se que estando cerca respiro añoranza
furtivo perfume que evoca en su danza
un amor prohibido ( los labios me muerdo)
La miro a los ojos (con franco embeleso)
de aquellos momentos en horas tempranas
cuando nuestros labios, en un tierno beso
dejaban saludos todas las mañanas
Sus calidos labios (que nunca he olvidado)
sus manos traviesas forjaron mi sino
con el mismo aroma me lleva al pasado
cual ave que emigra veo atrás mi destino
¡Cuán dulces los días de mis años mozos!
cuando las promesas de la vida asoman
ella fue la fuente de ratos hermosos
donde sentimientos nuestras almas toman
Cambiándole el rumbo al viento y al cielo
hechizando el aire, con fuego en mis venas
perdido, extasiado mi rostro en su pelo
perfuman mi vida, aquellas faenas
El polvo del tiempo cubrió aquellos días
dejando tatuado su olor en mi pecho
y de pronto el viento con sus sinfonías
torció mi camino que ha sido derecho.
Salvatore*
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