La he visto tan alegre y juguetona
mirándose feliz frente al espejo
una canción romántica que entona
con su luz, su pasión y su reflejo
Sus ojos se han poblado con estrellas
su sonrisa feliz como ninguna
mientras pasan las horas son más bellas
las formas de su rostro con la luna
Hoy verá ante el altar todos sus sueños
realizados por fin en blanca espera
la esperanza de todos sus empeños
brotar como una flor en primavera...
El amor consumó lo que deseaba
vibrando como el órgano en la ermita
con la magia del coro que cantaba
firmaba aquella unión, agua bendita
Ante Dios ha jurado con vehemencia
que aquel oro en su dedo es compromiso
que este rito de unión en su conciencia
es pase para entrar al paraíso.
Lloviendo flores blancas a su paso
se bifurca el cariño y el sendero
y se ira como el sol en el ocaso
entre nubes de amor y un compañero.
Salvatore*
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