Al cerrar las ventanas a las penas
has abierto la puerta a la alegría
donde inicia la luz de un nuevo día
llevando aire y calor entre tus venas
Si tu arrancas de cuajo, el sentimiento
que el amor con heridas te ha dejado
yace ya en el sepulcro tu pasado
y en renuevos de paz tu nuevo aliento
No dejes el desierto ahí en el pecho
que al borrar, aquello ingrato de la vida
el amor de tu ser tiene cabida
y triunfa el corazón en su derecho
Salvatore.
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