No comprendo ese tiempo donde el sol fue el culpable
De sentir lo que siento, de adorar, lo adorable.
De soñar con tus manos, con tu boca risueña
De saberte tu dueño … de sentirte mi dueña.
De pisar tu camino, para andar tu sendero
Y encontrarme en tus brazos como mi derrotero.
No comprendo la suerte (que siento inmerecida)
De saber que soy parte de un anhelo en tu vida.
De encontrarme, de pronto entre rayos de luna
Una piel que provoca, tersa como ninguna.
Mirándote de frente en mi lecho encantado
Para gritar al viento que sigo enamorado.
Para darle las gracias al cielo y a la vida
A ese amor que de pronto me da su bienvenida.
Que me torna importante, me corona de honores
Y en un podio de mieles, me oferta tus amores.
No comprendo las noches que feliz a tu lado
Se han poblado de estrellas como un sueño encantado.
Donde toda la magia que posee el universo
Hoy la escribe tu boca convertida en un verso.
Salvatore*
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