No pudo el cielo y sus olas
Ni sus estelas boreales
Calmar nuestras almas solas
Y arreglar dificultades
Por más que el cielo este bello
Por más que se esmere el mundo
De tristeza es hoy el sello
En este impasse infecundo
Nada nos causa reposo
Ni la música, ni el canto
Nuestro mar se ha vuelto ansioso
Y sus olas: desencanto
Se alteraron los colores
De nuestro cielo y el día
Se enrareció en sus albores
Tornando su asimetría
Quiso la naturaleza
Rodearnos de cosas bellas…
Mas logró nuestra tristeza
Apagarle sus estrellas
Se avinagró nuestro vino
Se enturbió nuestro sendero
Se olvidó nuestro destino
Que juró ser duradero
Se disiparon los lazos
Que ataban nuestro amorío
Y en tortuosos aletazos
Se murió lo tuyo y mío.
Salvatore*
No hay comentarios:
Publicar un comentario