domingo, 29 de junio de 2008

a mis amigos...

Un verso a mis amigos, un verso a nuestros días
que evoca aquel recuerdo de nuestras melodías
Pretéritas andanzas, de alcoholes y verbenas
en un salón de clases... en todas las faenas
En cada paso dado al son de nuestras guasas
al son de una guitarra... comiendo en nuestras casas
Soñando en la aventura feliz de una conquista
besando a alguna chica (galanes de revista)
Tatuando aquellos días, de cosas cotidianas
de triunfos y fracasos, de goces y desganas
Cimientos de una vida fraterna y sosegada
festiva, deliciosa, romántica, anhelada
Cada uno como un árbol, adorno a mi sendero
que dio sombra y cobijo, rigió mi derrotero
Pretendo en este verso plasmar mi sentimiento
que sepan mis amigos, lo que por ellos siento
Aromas de sus vidas que siguen emanando
sutiles remembranzas que hoy sigo valorando
Que adquieren con el tiempo un precio acrecentado
divisas que me afirman que he sido afortunado.
Mis sueños, sus quimeras, la magia de su paso
trenzaron una historia, que anida en mi regazo
Y que me pone alegre seguirlos recordando
revivir esos días... llorar de vez en cuando.
Salvatore*

Disyuntiva


Tal vez no soy la sombra de lo que quise un día
ni el bardo que soñaba en esculpir poesía
Quizás no sea sincero para expresar amores
ni sea yo aquel amigo que mitiga dolores
No se si he conseguido prudencia y cortesía
madurez y cultura, o todo es fantasía
Existen tantas dudas al entablar un juicio
un juicio a mi persona, mi actitud y mi oficio
Pudiera ser que tenga razón al revisarme
y gane en el balance sin descalificarme
Que bien he conseguido amigos en la vida
que logran que la sienta dichosa y divertida
Amigos fraternales que hallé por el camino
que le dieron sentido y rumbo a mi destino
Sembrando la simiente cordial de sus quimeras
y recogiendo frutos en tantas primaveras...
Lo único que es cierto, es claro y contundente
han sido los amores que aún viven en mi mente
Historias cotidianas, que vuelven del pasado
que han hecho en el recuerdo sentirme enamorado
En mis vacilaciones caigo en la disyuntiva
si ha sido bueno el rumbo o viajo a la deriva
Tal vez no soy la sombra de lo que quise un día
pero me siento vivo al escribir poesía.

Salvatore*

Amar y odiar

Amar y odiar es la suerte
que tiene el mar y el desierto
como nacer es la muerte
como afirmar, desconcierto

Sanar y herir la rutina
soñando estando despierto
una blasfemia divina
es vivir estando muerto

Tan fugaz lo que es eterno
efímero y duradero
severo lo que es tan tierno
el final es lo primero

Porque la nada es el todo
cantidad su complemento
la pulcritud es el lodo
la quietud el movimiento

La sanación está enferma
la medicina es veneno
se obtiene más cuando merma
es tan malo lo que es bueno

Seriedad es la parodia
de la muerte y de la vida
que ama más aquel que odia
¡la pureza está podrida!

Sin pensar, mientras medito
qué le le falta a lo completo
en silencio pego un grito
y en la salida me meto

luminosa obscuridad
limpia con manchas la vida
escasez es cantidad
enfadosa y divertida.

Me despido saludando
a nadie de este desierto
que por su odio sigo amando
lo que es verdad y no es cierto.

Salvatore*

Lo más querido...

Hoy quiero urdir un verso a aquel infante
al niño que yo fui en los albores
de un mundo que se guarda en los estantes
del recuerdo en sus mágicos candores

Hoy quiero dar salida en mi memoria
a un tiempo sin dolor, sin aflicciones
evocar, uno a uno, en días de gloria
amistades de luz a mis rincones

Y quiero desandar hacia el pasado
a los brazos festivos de mi amada
y volver a quedarme hipnotizado
con sus besos y roces en su almohada

Retozar otra vez, en su regazo
charlando con sus ojos lisonjeros
apretando su cerviz con mi brazo
hasta ser del amor, dos prisioneros

Lo que el tiempo logró con mis pisadas
fue cubrirlas con polvo del olvido
velando mis acciones más amadas
secuestrando las cosas que he vivido

Semblanza que he tatuado en mi memoria
y el tiempo que borrarla no ha podido
se esfuerza por que olvide yo esa historia
¡no es posible olvidar, lo más querido!

Salvatore*

Aprendí...

La vida me ha enseñado a estar alerta
a mirar y aprender de lo mirado
de par en par, así, dejar mi puerta
y un perro amigo siempre, aquí, a mi lado

Aprendí de las pautas de la vida
la tristeza y el ocio compañeros
el odio que en el alma, veo se anida
entre las damas y los caballeros

Más he aprendido amar como ninguno
dar sonrisas y repartir abrazos
y del amor, yo como y desayuno
(del afecto, aprendí todos sus trazos)

Y me siento feliz viendo a la gente
participar del día y sus negruras
tratar de descifrar que es lo que siente
entre sus dudas y sus amarguras

Y tratar de observar desde su prisma
porqué no pueden ver todo lo bello
que tiene en su interior la vida misma
y por cada rincón, de Dios su sello.

Si pudieran amar, como es mi sino
si tuvieran piedad por los que lloran
cambiaría su sentir y su destino
y tendrían ese amor, que tanto añoran.

Salvatore*