Imitando a Pablo ( Neruda)

MUJER, NADA ME HAS DADO

Nada me has dado y para ti mi vida
deshoja su rosal de desconsuelo,
porque ves estas cosas que yo miro,
las mismas tierras y los mismos cielos,

porque la red de nervios y de venas
que sostiene tu ser y tu belleza
se debe estremecer al beso puro
del sol, del misino sol que a mí me besa.

Mujer, nada me has dado y sin embargo
a través de tu ser siento las cosas:
estoy alegre de mirar la tierra
en que tu corazón tiembla y reposa.

Me limitan en vano mis sentidos
-dulces flores que se abren en el viento-
porque adivino el pájaro que pasa
y que mojó de azul tu sentimiento.

Y sin embargo no me has dado nada,
no se florecen para mí tus años,
la cascada de cobre de tu risa
no apagará la sed de mis rebaños.

Hostia que no probò tu boca fina,
amador del amado que te llame,
saldré al camino con mi amor al brazo
como un vaso de miel para el que ames.

Ya ves, noche estrellada, canto y copa
en que bebes el agua que yo bebo,
vivo en tu vida, vives en mi vida,
nada me has dado y todo te lo debo.

Pablo Neruda.

Nada me das mujer...

Pétalos del rosal de abatimiento
de mi vida te doy aunque me niegues
misma visión, distinto sentimiento
de mismos suelos y de mismos pliegues

Esa maraña de vasos y neuronas
que cimienta tu ser y tu hermosura
con un beso del sol las ilusionas
del mismo sol que baña mi figura

Nada me das , mujer y pese a ello
con tan solo mirarte me conmuevo
soy feliz por tu tierra y su destello
donde tu corazón yace de nuevo

Van ciñéndome en vano mis sentidos
tiernos cantos que llegan con el viento
una alondra feliz silva en su nido
haciendo más feliz este momento

No obstante se que no me has dado nada
ningún capullo de tu insigne vida
ningún sonido de tu risa alada
podrá igualar lo que en mi pecho anida

Soy el manjar que desdeño tu boca
el que respeta tu escogido anhelo
para tu mar siempre seré la roca
para tu sol siempre seré tu cielo

Ya ves... en este mar y en este cielo
donde tu puedes extasiar tu encanto
yo vuelo en ti y en mi tomas tu vuelo
nada me das y a ti, te debo tanto

Salvatore*