Cuando miro tu rostro y tú despiertas
cuando te veo contenta
y tu mirada
me saluda con miel de
niña amada
se me abren al amor todas las puertas
Cuando después de un tiempo, sorprendida
reconoces mi rostro y mi figurame acaricias el alma con ternura
para lograr que el sol halle salida.
Cuando por fin te encuentro en mi regazo
le doy gracias a Dios por tu presencia
por tu sonrisa fiel, por tu inocencia
por aguardar me des un fuerte abrazo.
Agotas lo mejor de mis quimeras
y en tu ausencia, el pensar en ti, en el día
he vuelto a saludar a la alegría
retornando a escribir…
si tu entendieras.
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