Un veintiocho de mayo sin mirarte
sin poderte abrazar, brindar contigo
onomástico trunco que engendraste...
y en vez de festejarte es mi castigo
Aun perdura tu ausencia en mis entrañas
convirtiendo en tristeza tu partida
reminiscencia donde me acompañas
cuando mi soledad esta abatida
Te reinvento y te miro en mi espejismo
escuchando tu voz dulce y serena
y en este desquiciante mecanismo
me enrolo con tu charla y tu verbena
Cada mayo sin ti es tan incierto
tan sin vida, sin sal, sin fortaleza
mi armonía se torna en desconcierto
navegando en el mar de la tristeza
Hoy quisiera en mi verso darte vida
invitarte una copa en la taberna
gozar de otra velada divertida
queriendo que esta noche fuese eterna
Tomar una guitarra y satisfecho
entonar algún tango o algún bolero
nos devuelva la vida ese derecho
de un tiempo fraternal y duradero
Nos permita olvidar los sinsabores
de las horas amargas que cursamos
y la vida pintar con los colores
festivos de los días que atesoramos.
Te festejo en tu día ( donde residas )
en un calido abrazo, emocionado
que sigan nuestras almas tan unidas
por ese amor que amparo en tu legado.
Salvatore*
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