No hay mejor amor en este mundo
que la energía fraterna de un hermano
ni el recuerdo tenaz, tal vez profundo
cuando al verse los dos se den la mano
Una mirada tierna, una caricia,
un abrazo fraterno en el encuentro
serán siempre razón y la primicia
de sacar cada quien lo que hay adentro
De expresar su sentir y el compromiso
de no alargar la espera en las reuniones
olvidar el reloj, darse permiso
de intercambiar momentos y emociones
Recordar los eventos que cursaron
en momentos dorados de la vida
pretérita ocasión donde gozaron
aquella convivencia en la guarida
Reinventar otra vez aquellos días
donde la vida fue desordenada
y volver a escuchar las melodías
perdidas en el tiempo y en la nada
Al paso de los años se divide
el sendero y el rumbo en cada hermano
más perdura el amor y es el que impide
perder lo elemental, lo cotidiano
No permitas jamás que tu desgano
sea un muro en tu sentir y en tu engranaje
no debes claudicar, se el artesano
trenzando lazos nuevos al linaje.
Salvatore*
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