jueves, 4 de octubre de 2007

Un viejo "divino"

Cinco de la mañana... inicia su rutina
afina el instrumento y hacia el templo camina

Con sus años a cuestas, arrugas en la cara
aquel hombre cansado, se apoya en una vara

El saco que le cubre (imprescindible atuendo)
sufre la misma suerte... los dos se van muriendo

Instalado en el coro, saca la partitura
su violín está listo, lo abraza con ternura

Y transformado el viejo... se acomoda esperando
la sonrisa en el rostro... (sabe que tiene el mando)

Se inicia la liturgia y con ella las notas
que hacen vibrar al templo por sus cuerdas devotas

Inundando de magia al recinto completo
consagrando los rezos con singular respeto

Una ronda de Tronos con sus alas doradas
lo secundan en coros con alegres baladas

Y aquel viejo se mece mientras toca extasiado
levitando en el centro como un ángel alado

Un rayo de luz blanca el altar ilumina
y entre nubes irreales el músico camina

En celestial cortejo de arcángeles armados
se colocan de hinojos flanqueando los costados

Con su música llena de celestiales tonos
unos coros se suman, son millares de tronos

Una ventana al cielo parece ser el templo
un respeto infinito... el músico es ejemplo

Se consuma el milagro... los fieles extasiados
a Dios le dan las gracias contentos y asustados

Se pone el saco el viejo (el violín a su estuche)
recita una plegaria sin que nadie la escuche

Y con su paso lento se pierde en el camino
apoyado en su vara ... aquel viejo "divino"

Salvatore*

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